martes, 4 de enero de 2011

El Jardín del rey


Fantásticos descubrimientos geográficos, exploradores famosos, aventuras, riquezas… El siglo XIX fue el de la colonización de África. Leopoldo II, segundo rey de Bélgica, soñó desde su juventud con fabulosas empresas coloniales. Varios países europeos, sobre todo, Inglaterra, Francia y Portugal estaban embarcados en la conquista de África, y Leopoldo no quería quedarse atrás. Prueba de este interés es su asistencia en París en 1875 al congreso de la Asociación Geográfica Francesa. Al año siguiente organizó su propio congreso geográfico en Bruselas. Acudieron como invitados los más reconocidos geógrafos y exploradores europeos.
Leopoldo II aprovechó la primera ocasión que se le presentó para lanzarse a la aventura colonial. El archifamoso explorador Henry Morton Stanley, el que pronunció la célebre frase “¿El doctor Livingstone, supongo?”, culminó en 1877 un viaje de tres años, en que cruzó África central de costa a costa, descubriendo que el río Congo era una excelente vía de acceso al interior de África central. Stanley pretendía, usando esta nueva vía, colonizar el Congo bajo el auspicio de Inglaterra pero los británicos desestimaron la propuesta. Leopoldo II, en cambio, se mostró entusiasmado con el proyecto, tanto que asumió personalmente la financiación de la empresa constituyendo para tal fin la Asociación Internacional del Congo. Stanley partió en 1879 y al año siguiente ya estaba firmando, con los jefes tribales locales, acuerdos comerciales y territoriales en nombre de la empresa del rey.
Tan difícil como la exploración de la región fue conseguir el reconocimiento internacional de la soberanía del rey Leopoldo II sobre los territorios del Congo. Esta complicada operación diplomática se consumó en la Conferencia de Berlín en 1885.Tras esta el rey Leopoldo se convirtió en el único propietario de un territorio que tenía 80 veces la extensión de Bélgica. El
1 de agosto de 1885 nació oficialmente el Estado Libre del Congo. Leopoldo asumió el título de "rey soberano" del nuevo estado. Mientras que en Bélgica Leopoldo era un monarca constitucional, en el Congo tenía todos los poderes de un rey absoluto.
El 1 de Enero de 1886 se emitieron los primeros sellos del “Etat Independant du Congo”.
Durante el período en que fue administrado por Leopoldo II, el territorio fue objeto de una explotación sistemática e indiscriminada de sus recursos naturales (especialmente el
marfil y el caucho), en la que se utilizó exclusivamente mano de obra indígena en condiciones de esclavitud. Para mantener su control sobre la población nativa, la administración colonial instauró un régimen de terror, en el que fueron frecuentes los asesinatos en masa y las mutilaciones.
A partir de 1900, la prensa
europea y estadounidense comenzó a informar acerca de las dramáticas condiciones en que vivía la población nativa del territorio. Las maniobras diplomáticas y la presión de la opinión pública consiguieron que el rey belga renunciase a su dominio personal sobre el Congo, que pasó a convertirse en una colonia de Bélgica, bajo el nombre de Congo Belga.
Desde 1908 los sellos de la zona incorporaron el nombre de “Congo Belge” O “Belgisch Congo”.
El Congo se mantuvo bajo soberanía belga hasta 1960, año en que logró su independencia. Patrice Lumumba fue el primer presidente electo de la República Democrática del Congo ("Republique Democratique du Congo"). Sin embargo, desde su emancipación el nuevo estado se vio inmerso en violentos conflictos internos. Dos provincias, de importantes riquezas mineras, proclamaron su independencia: Katanga y Sud-Kasai. Fuerzas de pacificación de la ONU acudieron a la zona. El contingente de tropas de la India emitió en 1962 sellos especiales sobreimpresos con el lema UN FORCE (INDIA) CONGO. Hasta el año 1965 el ejército gubernamental no logró sofocar definitivamente estos movimientos secesionistas.
Las estampillas de la nueva nación se emitieron, durante sus primeros años, bajo distintos nombres: Congo, Republique du Congo, Republique Democratique du Congo. Katanga y Sud-Kasai (“Etat Autonome du Sud Kasai”) emitieron durante su corta independencia algunos sellos.
En 1965 Mobutu Sese Seko se instaló en el gobierno tras un golpe de estado. Llevó a cabo una política nacionalista que incluía la africanización de los nombres de las ciudades y el propio país. En 1971 adoptó el nombre de Republique du Zaire. Constando de esta manera o solo como Zaire en los nuevos sellos.
El gobierno despótico de Mobutu se prolongó hasta 1997. En este año los enemigos del dictador aprovecharon su incapacidad para gestionar la crisis de los refugiados llegados desde Ruanda y la pérdida del apoyo occidental para derrocarlo. Laurent Kabila proclamó, tras tomar el poder, la República Democrática del Congo. Desde entonces el país vive una guerra civil, que costó la vida al propio Kabila, en la que han intervenido distintos países colindantes: Ruanda, Uganda,
Zimbabwe, Angola, Namibia, Chad y Sudán. La conocida como guerra mundial africana es el conflicto que más vidas se ha cobrado en el mundo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Hoy Joseph Kabila, hijo del anterior mandatario, gobierna, tras las elecciones de 2006, un país todavía inmerso en un grave conflicto interno en el que mucho tienen que ver los intereses occidentales sobre los recursos mineros del país: coltán, uranio, etc…

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